Monza, Italia, 1936. Francesca, de trece años, yace a orillas del río Lambro bajo el peso de un hombre muerto que ha intentado violarla. Su amiga Maddalena se arrastra desde el agua y la ayuda a zafarse del cuerpo, que esconden entre unos arbustos. La relación entre las dos adolescentes comenzó un año antes, cuando Francesca quedó fascinada por la rebeldía de la que todos llaman «la Malnacida», de origen humilde y siniestros poderes. Contraviniendo la voluntad de una madre obsesionada por las convenciones e ignorando las malas lenguas que achacan varias muertes a la Malnacida, Francesca se unirá a su pandilla para descubrir una nueva forma de vida rebosante de libertad. Sin embargo, la guerra y el fascismo pondrán a prueba su vínculo, y las dos amigas deberán decidir si aliarse contra la opresión social y la injusticia o dejar que el curso de la historia las separe para siempre.
La Malnacida es la primera novela de Beatrice Salvioni pero no se nota nada, está también escrita que podría ser la obra de una autora veterana con múltiples libros a sus espaldas. Es una historia dura con unos personajes entrañables, no solo los de las dos protagonistas, Francesca y Maddalena, sino en general todos cuantos las rodean, Matteo Fossati y Filippo Colombo, cuyas familias están en los dos extremos de una sociedad patriarcal en la que están presentes el fascismo y el caciquismo, pero que siguen a la malnacida sin titubear ni un momento, al menos hasta que aparece Francesca a quien observan como una rival en el corazón de Maddalena. O el dulce y callado Noè, enamorado en silencio de Francesca y siempre dispuesto a ayudarlas aún a costa de su propia integridad.
También las dos amigas provienen de estratos diferentes pero de algún modo se complementan. Francesca admira a Maddalena porque a pesar de carecer de muchas cosas tiene algo que a ella le falta, arrojo, valor, coraje y una familia que la quiere, al menos sus hermanos y su cuñada. A su vez Maddalena ve en Francesca quizás la seguridad que a ella le hubiera gustado tener aunque pretenda que no es así.
La novela está escrita con una prosa exquisita, llena de matices en los que la autora envuelve a sus personajes para hacérnoslos totalmente creíbles y cercanos. El cierre de la novela parece augurar al menos una segunda entrega que estoy segura de que todos los que hemos leído la primera correremos a comprar en cuanto se ponga a la venta.
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