No sé si conocéis Venecia pero si no es así seguro que después de leer esta novela estaréis deseando conocerla o si ya habéis estado allí desearéis volver a recorrer sus puentes, sus canales y sus sestiere, que es como los venecianos llaman a sus barrios.
La nueva novela de Eva García Sáenz de Urturi traslada a su ya mítico personaje Unai López de Ayala, más conocido como Kraken, a esta maravillosa ciudad donde deberá investigar un misterio en el que de nuevo se ve implicada su madre y que en cierto modo da continuidad a su novela anterior, El libro negro de las horas.
Un espléndido y decadente palazzo arde en una pequeña isla veneciana donde se celebra un encuentro de la Liga de Libreros Anticuarios. Los cuerpos de los invitados, todos conocidos de Kraken, no aparecen entre los escombros, y se sospecha que su madre, Ítaca, estuvo implicada en el incendio que sucedió en idénticas circunstancias décadas atrás.
Mientras, en Vitoria, la inspectora Estíbaliz investiga un caso que puede tener las claves del atraco que acabó con la vida del padre de Kraken. Pero Unai es reacio a volver a la investigación en activo y siente que debe elegir entre la búsqueda de lo que sucedió a sus padres o la familia que ha creado con Alba y su hija Deba.
Un paseo por una Venecia donde las leyendas y la perturbadora figura del Ángel de la ciudad, mitad mecenas, mitad demonio, mueven los hilos de una vertiginosa trama repleta de amor al arte y de la búsqueda de la propia identidad.
Como siempre Eva García Sáenz de Urturi da en el clavo y consigue emocionarnos y tenernos en vilo desde el principio hasta el fin. Escrita a dos tiempos, uno de ellos nos narra el pasado de Ítaca Expósito en la ciudad de los canales, mientras que el otro sitúa al Kraken en una diatriba muy complicada, por una parte descubrir por fin como murió su padre y porqué, para lo que deberá volver a Vitoria, y por el otro averiguar qué es lo que ha ocurrido en Venecia, lo cual le atañe también personalmente al verse implicados en el incendio algunos de sus amigos libreros.
No hace falta decir que la novela está muy bien escrita, con un ritmo muy dinámico y capítulos cortos lo que hace que se lea fácilmente. A mí me ha durado dos tardes y es que Eva García Sáenz de Urturi es una de mis escritoras favoritas y nunca me decepciona.
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